
- En el infarto del corazón el síntoma más común es el dolor de pecho. Éste se siente como una opresión o como un peso apoyado sobre el pecho.
- El dolor puede irradiarse desde el pecho a los brazos, el hombro, el cuello, los dientes, la mandíbula, el área abdominal o la espalda.
- También puede haber falta de aire, palpitaciones, sudoración, mareos, náuseas o vómitos.
- Los síntomas generalmente se prolongan por más de 20 minutos.
- Ante estos síntomas, es importante solicitar ayuda y trasladarse rápidamente a un centro asistencial donde se pueda realizar un electrocardiograma y recibir el tratamiento adecuado.
Luego de la etapa aguda de un infarto, cuando el paciente es dado de alta, el objetivo principal es prevenir todos los Factores de Riesgo cardiovascular, disminuir la carga de trabajo del corazón y promover pautas de estilo de vida saludable, que incluyen el control de un peso adecuado y una dieta baja en sal y grasas.
La dieta en la enfermedad coronaria debe ser baja en grasas saturadas, que se encuentran en los alimentos de origen animal, como los lácteos, quesos, carnes y manteca. Para mejorar la calidad de la dieta se deben elegir alimentos más saludables. Por ejemplo, reemplazar los lácteos enteros por descremados, retirar la grasa visible de las carnes y la piel de las aves, y utilizar métodos de cocción como el hervido, el vapor, el asado o la plancha.
Se recomienda, además, el consumo de abundantes frutas, verduras y cereales, y mantener una buena hidratación. Es conveniente cocinar sin sal, utilizando en su lugar condimentos como ajo, cebolla, tomillo, clavo de olor, pimienta, orégano, etc.
Otro hábito recomendable es realizar comidas de poca cantidad, divididas en al menos cinco ingestas diferentes a lo largo del día (desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena). Este fraccionamiento contribuye a disminuir el gasto cardíaco necesario para metabolizar los alimentos.
Luego de sufrir un infarto de miocardio, se recomienda a los pacientes que vuelvan a su actividad laboral después de 4 a 6 semanas. Esto dependerá del tipo y tamaño del infarto que ha sufrido el paciente, así como también del trabajo que realiza.
Luego de haber sufrido un infarto de miocardio, se aconseja la realización de ejercicio físico y, fundamentalmente, actividades aeróbicas, como caminar o nadar.
El tiempo de inicio de la actividad física, al igual que tipo de actividad a realizar, dependerá de la gravedad del infarto que haya padecido el paciente, de cómo bombea sangre el corazón y si aún quedan arterias coronarias obstruidas. Si luego de un infarto la fuerza de bombeo del corazón es normal y se encuentran “abiertas” todas las arterias, no existe contraindicación para la realización de ejercicio físico.
Es recomendable iniciar con media hora de ejercicio físico moderado, como caminar. También se aconseja evitar deportes de alto rendimiento y actividades competitivas.
Antes de comenzar a realizar cualquier deporte, siempre hay que consultar al médico para que sugiera cuál es el mejor entrenamiento.
Los pacientes que han sufrido un infarto de miocardio deben tener niveles bajos de colesterol y azúcar en sangre, y la presión arterial controlada. La alimentación más saludable es la mediterránea, rica en verduras, frutas, cereales integrales y pescado.
En caso del asado, se sugiere comer ocasionalmente y sólo cortes magros como bife, lomo o vacío. Es importante quitar la grasa visible de la carne y no agregar sal a la comida.