PREGUNTAS FRECUENTES
La enfermedad de Chagas puede causar insuficiencia cardíaca, es decir, una falla en el bombeo cardíaco de la sangre. En estos casos, muchos pacientes son tratados con diuréticos, medicamentos que evitan la retención de líquido en el cuerpo.
A veces, la dosis de este medicamento se vuelve insuficiente o alguna otra enfermedad -como una infección respiratoria- favorece la acumulación de líquido en el cuerpo. Esto se manifiesta como edema (hinchazón) en los pies, falta de aire, cansancio, entre otros síntomas.
Ante esta situación, se sugiere consultar al médico cardiólogo o a una guardia para evaluar si existe retención de líquido y, si es necesario, reajustar la medicación que el paciente está tomando.
La toma de anticonceptivos orales y la presencia de várices son factores que predisponen al desarrollo de una trombosis venosa. Sin embargo, el drenaje linfático no implica riesgo para la salud.
Los pacientes que han sufrido un infarto de miocardio deben tener niveles bajos de colesterol y azúcar en sangre, y la presión arterial controlada. La alimentación más saludable es la mediterránea, rica en verduras, frutas, cereales integrales y pescado.
En caso del asado, se sugiere comer ocasionalmente y sólo cortes magros como bife, lomo o vacío. Es importante quitar la grasa visible de la carne y no agregar sal a la comida.
Luego de haber sufrido un infarto de miocardio, se aconseja la realización de ejercicio físico y, fundamentalmente, actividades aeróbicas, como caminar o nadar.
El tiempo de inicio de la actividad física, al igual que tipo de actividad a realizar, dependerá de la gravedad del infarto que haya padecido el paciente, de cómo bombea sangre el corazón y si aún quedan arterias coronarias obstruidas. Si luego de un infarto la fuerza de bombeo del corazón es normal y se encuentran “abiertas” todas las arterias, no existe contraindicación para la realización de ejercicio físico.
Es recomendable iniciar con media hora de ejercicio físico moderado, como caminar. También se aconseja evitar deportes de alto rendimiento y actividades competitivas.
Antes de comenzar a realizar cualquier deporte, siempre hay que consultar al médico para que sugiera cuál es el mejor entrenamiento.
Luego de sufrir un infarto de miocardio, se recomienda a los pacientes que vuelvan a su actividad laboral después de 4 a 6 semanas. Esto dependerá del tipo y tamaño del infarto que ha sufrido el paciente, así como también del trabajo que realiza.
Si el paciente presenta antecedentes de insuficiencia cardíaca pero está compensada, puede concurrir a las termas, ya que la terapia con agua caliente es bien tolerada.
La inmersión en agua termal (35°) hasta el cuello causa una redistribución del flujo de sangre desde las extremidades hacia el tórax; a su vez, esto causa un aumento del flujo cardíaco y la dilatación de las arterias del cuerpo. Todos estos fenómenos son bien tolerados en pacientes con insuficiencia cardíaca crónica en etapa compensada.
De todas formas, antes del viaje es recomendable consultar al médico cardiólogo, ya que en pacientes con un deterioro muy severo de la función del corazón tal vez sea preferible otro tipo de actividad.
Si usted tiene arritmia y está bajo tratamiento anticoagulante, debe consultar a su médico cardiólogo o el especialista en anticoagulación que le ajusta el tratamiento antes de ir a la consulta con el dentista.
Un paciente que está tomando anticoagulantes orales o medicamentos que actúan a nivel de las plaquetas (aspirina, clopidogrel, prasugrel, cilostazol, por ejemplo) no debe ir al odontólogo sin avisar antes al médico que lleva el control del tratamiento de anticoagulación, debido al riesgo de sangrado. Además, el paciente debe comentarle al dentista la medicación y la dosis que está recibiendo.
Es importante saber que algunos medicamentos, como los antibióticos que se indican previamente a un procedimiento odontológico, pueden potenciar o disminuir el efecto de los anticoagulantes, por lo que es necesario contactarse con el médico para evaluar cómo proceder.
Luego de la etapa aguda de un infarto, cuando el paciente es dado de alta, el objetivo principal es prevenir todos los factores de riesgo cardiovascular, disminuir la carga de trabajo del corazón y promover pautas de estilo de vida saludable, que incluyen el control de un peso adecuado y una dieta baja en sal y grasas.
La dieta en la enfermedad coronaria debe ser baja en grasas saturadas, que se encuentran en los alimentos de origen animal, como los lácteos, quesos, carnes y manteca. Para mejorar la calidad de la dieta se deben elegir alimentos más saludables. Por ejemplo, reemplazar los lácteos enteros por descremados, retirar la grasa visible de las carnes y la piel de las aves, y utilizar métodos de cocción como el hervido, el vapor, el asado o la plancha.
Se recomienda, además, el consumo de abundantes frutas, verduras y cereales, y mantener una buena hidratación. Es conveniente cocinar sin sal, utilizando en su lugar condimentos como ajo, cebolla, tomillo, clavo de olor, pimienta, orégano, etc.
Otro hábito recomendable es realizar comidas de poca cantidad, divididas en al menos cinco ingestas diferentes a lo largo del día (desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena). Este fraccionamiento contribuye a disminuir el gasto cardíaco necesario para metabolizar los alimentos.
Estos síntomas pueden deberse a muchas causas, y no suelen estar provocados por el aumento de la presión arterial.
Puede ocurrir lo contrario. El dolor de cabeza, el sangrado nasal o el ojo rojo pueden generar temor, con el consecuente aumento de los valores de presión arterial.
Cuando la presión arterial se eleva en forma brusca a cifras muy altas (mayor a 180 de presión sistólica o máxima, y/o mayor a 110 de presión diastólica o mínima), se pueden producir cefaleas (dolores de cabeza). Sin embargo, esta asociación es menos frecuente de lo que se piensa.
Las estatinas son fármacos muy seguros y rara vez producen efectos adversos serios. Sin embargo, los dolores musculares pueden manifestarse durante el tratamiento con estos medicamentos. En estos casos, hay que consultar con el médico para que pueda establecer la causa de los síntomas y tomar una decisión correcta.
La mayoría de las veces, los dolores musculares no tienen relación con el tratamiento de estatinas. Pero si los dolores estuvieran vinculados con ellas, pueden ceder al disminuir la dosis o al cambiar la estatina que está recibiendo por otra distinta.
La mayoría de los análisis de sangre requieren 12 horas de ayuno. Si usted toma medicación cardiológica, debe tomarla con la mínima cantidad de agua posible.
En casos de estudios especiales, el cardiólogo puede pedirle que ese día suspenda o retrase la toma de medicación. Si el médico no pide expresamente que suspenda la medicación, no lo haga.
Cuando los padres o hermanos son hipertensos, hay mayor posibilidad de padecer hipertensión arterial. Si ambos padres son hipertensos, la probabilidad es mayor que si sólo uno lo es.
- En el infarto del corazón el síntoma más común es el dolor en el pecho. Éste se siente como una opresión o como un peso apoyado sobre el pecho.
- El dolor puede irradiarse desde el pecho a los brazos, el hombro, el cuello, los dientes, la mandíbula, el área abdominal o la espalda.
- También puede haber falta de aire, palpitaciones, sudoración, mareos, náuseas o vómitos.
- Los síntomas generalmente se prolongan por más de 20 minutos.
- Ante estos síntomas, es importante solicitar ayuda y trasladarse rápidamente a un centro asistencial donde se pueda realizar un electrocardiograma y recibir el tratamiento adecuado.
El vino tinto ha mostrado tener funciones anti–oxidantes en algunos estudios. Sin embargo, hasta el momento no hay estudios de grandes dimensiones que confirmen que el vino disminuye la mortalidad cardiovascular.
Es necesario tomar en cuenta que el vino puede ser perjudicial en ciertas circunstancias, como cuando hay enfermedades hepáticas, problemas de colesterol o alcoholismo.
Se recomienda realizar actividad física aeróbica (caminar, correr, andar en bicicleta, nadar) durante 40 minutos, 3 a 4 veces por semana.
El ejercicio aeróbico ayuda a reducir la presión arterial y también el nivel de colesterol, lo cual disminuye el riesgo cardiovascular.
Ante el diagnóstico de hipertensión arterial, debe continuarse el tratamiento antihipertensivo siempre.
Cuando la presión se normaliza, se debe al tratamiento. Éste comprende bajar de peso, disminuir el consumo de sal, ejercicio físico y, en los casos que está indicada, medicación antihipertensiva.
Las variaciones en la medicación deben ser indicadas y controladas por el médico siempre.
Sí. El tratamiento con estatinas no sólo se basa en los niveles de colesterol sino que también se relaciona con el riesgo de padecer algún evento grave, como un infarto de miocardio, un accidente cerebrovascular (ACV) o, incluso, la muerte.
Las estatinas han demostrado reducir significativamente el riesgo de estos acontecimientos debido a que su beneficio va más allá de los niveles de colesterol en sangre.
Las mujeres se encuentran "protegidas" por su sistema hormonal durante el período en que son fértiles, por lo cual tienen menos afecciones cardiovasculares durante la edad reproductiva.
A partir de la menopausia, las mujeres tienen el mismo riesgo que los hombres de padecer enfermedades cardíacas.