Hipertensión arterial en diabéticos

La diabetes es una enfermedad que afecta al 8% de la población general. La mitad de los pacientes diabéticos presenta también hipertensión arterial. Por este motivo, es fundamental controlar los valores de presión en estos pacientes.

La diabetes se produce como consecuencia de la falta de secreción de insulina por parte del páncreas, o debido a una disminución de su efecto en las células. En ambos casos, el organismo no puede convertir los azúcares (glucosa) de los alimentos en energía, y aumentan los niveles de glucosa en sangre.

Para hacer un diagnóstico de diabetes hay que medir la glucosa en sangre (glucemia) en ayunas, en dos momentos diferentes.

El valor de glucemia se considera normal cuando es menor a 100 mg/dl. La diabetes se define como un nivel de glucosa mayor a 126 mg/dl. La glucemia alterada en ayunas (GAA) se define por un valor entre 100 y 125 mg/dl.

La diabetes afecta principalmente los vasos sanguíneos, así como también los riñones, los ojos y los nervios periféricos. Por lo tanto, es una enfermedad que aumenta el riesgo de infartos y accidentes cerebrovasculares (ACV), especialmente cuando su control es inadecuado y cuando se asocia a otras patologías, como la hipertensión arterial y el aumento del colesterol.


SÍNTOMAS:

La hipertensión no presenta síntomas en los pacientes diabéticos.


FACTORES DE RIESGO:

  • Antecedentes familiares de hipertensión arterial o diabetes.
  • Sobrepeso y obesidad.
  • Sedentarismo.
  • Tabaquismo.
  • Estrés.
  • Edad mayor a 50 años.


EXÁMENES DIAGNÓSTICOS:

  • Evaluación clínica con medición de presión arterial, peso, estatura, diámetro de cintura, presencia de pulsos en las piernas.
  • Análisis de sangre completo, incluyendo determinación de glucemia, hemoglobina glicosilada, perfil de colesterol en sangre y relación albúmina/creatinina urinaria.
  • Fondo de ojo, al menos una vez al año.


TRATAMIENTO:

1. Alimentación:

  • Suficiente, acorde al peso del paciente. En los casos de sobrepeso y obesidad, se recomienda reducir el consumo de calorías con la guía de un profesional.
  • Equilibrada y variada: en la proporción adecuada de cada nutriente, rica en frutas y verduras, legumbres, cereales integrales, lácteos descremados, selección de grasas cardiosaludables (omega 3, proveniente de pescado, semillas de chía o nuez, y omega 9, obtenido a través de aceites de oliva, canola, girasol alto oleico, palta o por medio de frutos secos).
  • Limitar el consumo de azúcares simples (miel, golosinas, azúcar).
  • Ordenada: al menos 3 comidas principales y 1 ó 2 colaciones.
  • Consumo moderado de alcohol.
  • Bajo contenido de sodio (menor a 2400 mg de sodio diarios, equivalentes a 6 gramos de sal).


2. Actividad física:

Adaptada a la edad, condición física y preferencia de cada persona. Se recomienda ejercicio aeróbico durante 30 a 45 minutos al menos 4 veces por semana.


3. Fármacos:

Para tratar la diabetes, se pueden usar medicamentos vía oral (metformina, sulfonilureas, inhibidores de la dipeptidilpeptidasa 4, glitazonas, meglitinidas) y/o medicaciones inyectables, como incretinas e insulina.

En cuanto a la hipertensión arterial, frecuentemente es necesario usar una combinación de distintas drogas de las siguientes familias:

  • Inhibidores de la enzima de conversión.
  • Antagonistas del receptor de la angiotensina (drogas cuyos nombres terminan en “sartán”).
  • Bloqueantes cálcicos.
  • Diuréticos.
  • Beta-bloqueantes.


Si existen alteraciones del colesterol, se recomienda el uso de estatinas.


PREVENCIÓN:

  • Conservar un peso adecuado.
  • Actividad física regular.
  • Alimentación saludable.
  • No fumar.


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