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Hipertensión pulmonar
Es el aumento de la presión sanguínea en las arterias pulmonares.
La hipertensión pulmonar se debe a un estrechamiento en la luz de las pequeñas arterias del pulmón, que obstruye el pasaje de sangre y genera un esfuerzo extra por parte del ventrículo derecho del corazón, encargado de bombear la sangre hacia los pulmones.
La oclusión parcial de las arterias pulmonares puede ser el resultado de una enfermedad de estos pequeños vasos (hipertensión pulmonar primaria) o puede resultar de un coágulo formado en las venas de las piernas o en otro lugar del cuerpo, que viaja hasta el pulmón y obstruye una arteria (embolia de pulmón).
El esfuerzo excesivo y continuado por impulsar la sangre hacia los pulmones ocasiona un aumento de la presión sanguínea dentro de las arterias pulmonares.
En las fases iniciales de la enfermedad, la estrechura de las pequeñas arterias es leve y no ocasiona síntomas notorios. A medida que la enfermedad evoluciona, la luz de los vasos pulmonares se angosta cada vez más, oponiendo cada vez más resistencia al esfuerzo de bombeo del ventrículo derecho. Como consecuencia, se engrosa la pared de esta cámara cardíaca (hipertrofia) y, luego, el ventrículo derecho también se agranda (dilatación). Finalmente, se genera una insuficiencia cardíaca derecha, por la que disminuye el caudal de sangre circulante hacia todos los órganos.
SÍNTOMAS:
- Sensación de falta de aire o ahogo (disnea).
- Fatiga, cansancio, pérdida de fuerza.
- Hinchazón de tobillos, piernas o abdomen (edema).
A veces, también pueden presentarse:
- Palpitaciones.
- Síncopes (desmayos).
- Dolor de pecho ante el esfuerzo físico.
- Mareos ante el esfuerzo físico.
- Coloración azul o morada, principalmente en labios y dedos (cianosis).
- Expectoración de sangre.
FACTORES DE RIESGO:
- Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo (por ejemplo, esclerodermia, lupus, artritis reumatoidea).
- Algunas cardiopatías congénitas.
- Ser portador de una alteración genética predisponente para hipertensión pulmonar.
- Infección por HIV/Sida.
- Enfermedades hepáticas que ocasionen hipertensión portal (obstrucción de las venas internas del hígado).
- Esquistosomiasis (enfermedad parasitaria).
- Algunas drogas y tóxicos: por ejemplo, los fármacos anorexígenos que se usan para disminuir el apetito y bajar de peso pueden generar hipertensión pulmonar.
- Tromboembolismo pulmonar.
EXÁMENES DIAGNÓSTICOS:
- Electrocardiograma (ECG).
- Radiografía de tórax.
- Ecocardiograma.
- Tomografía de tórax.
- Espirometría: se mide la capacidad de los pulmones a través de la respiración.
- Centellografía pulmonar: se inyecta una sustancia radioactiva en una vena del brazo y se detecta su presencia en los pulmones. Cuando no llega a un sector, se supone una obstrucción.
- Cateterismo cardíaco derecho: se introduce un catéter por una vena para analizar las presiones en el interior de la aurícula y el ventrículo derechos.
- Arteriografía pulmonar: por medio de un catéter, se inyecta un líquido de contraste en las arterias pulmonares para observar obstrucciones.
TRATAMIENTO:
Farmacológico:
Se pueden utilizar drogas de tres familias distintas.
1. Vasodilatores de las arterias pulmonares para disminuir la presión pulmonar. Por ejemplo:
- Inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5: sildenafil y tadalafilo.
- Antagonistas de los receptores de la endotelina: ambrisentan, bosentan y macitentan.
- Estimulantes de la guanilato ciclasa: riociguat.
- Prostanoides: epoprostenol, ilopros y treprostinil.
2. Anticoagulantes: warfarina o acenocumarol.
3. Diuréticos.
Quirúrgico:
- Tromboendarterectomía: remoción mediante cirugía del coágulo que obstruye la arteria.
- Trasplante pulmonar.
- Septostomía interauricular: se realiza un orificio que comunica las dos aurículas.
En general:
- Actividad física controlada y supervisada.
- En los pacientes con hipertensión pulmonar, es conveniente la vacunación antineumocócica y antigripal para evitar enfermedades que puedan agregar mayor daño pulmonar. También se recomienda evitar el embarazo, ya que durante éste se produce naturalmente un aumento del volumen total de sangre y del flujo circulante que puede aumentar la hipertensión pulmonar.
- Oxígeno, en algunos casos.
PREVENCIÓN:
No existe. Se deben realizar controles periódicos en pacientes con enfermedades que puedan causar hipertensión pulmonar.
TEMAS RELACIONADOS:
- Embolia de pulmón.
- Hipertensión pulmonar primaria.