La atención cardiológica se realiza durante la pandemia. Los servicios de Guardia y Unidad Coronaria mantienen su actividad habitual. En cuanto a los consultorios, tanto en el ámbito privado como en el público, continúan atendiendo pero con ciertas limitaciones.

Se puede tomar un medio público de transporte para concurrir al médico. Hay que respetar la distancia, utilizar el tapaboca, higienizarse las manos y evitar tocarse la cara. En estos momentos, en la Argentina, existen permisos especiales para los pacientes que tienen un turno asignado para una consulta o estudio.

Actualmente, se recomienda el uso de barbijos de tela de elaboración casera. En la Ciudad de Buenos Aires y en algunas provincias, son de uso obligatorio en lugares públicos y hospitales. Los barbijos de tipo quirúrgico están reservados para el equipo de salud.

Los médicos practican medidas de protección tanto para evitar contagiar como también para no ser contagiados. El riesgo nunca es cero, pero se reduce marcadamente siguiendo los protocolos del Ministerio de Salud. Ante la duda, la consulta telefónica es el medio ideal para definir la necesidad de un encuentro presencial entre el médico y el paciente.

En pacientes sin sospecha de COVID-19 se pueden efectuar la mayoría de los estudios cardiológicos (electrocardiogramas, ecocardiogramas, holters, etc.), con las medidas de protección correspondiente. Se sugiere evitar la prueba de ejercicio o de esfuerzo, reemplazándola por un test farmacológico.

Depende del tipo de estudio. El cuidado básico para realizar un electrocardiograma o un ecocardiograma en un paciente no COVID incluye el lavado de manos, guantes, barbijo, camisolín y gafas. En cuanto a la limpieza del equipamiento, el SARS-CoV-2 se elimina con la mayoría de las soluciones desinfectantes de uso estándar.

Tanto en la guardia como en la internación, ambos tipos de pacientes se encuentran separados.

Si se toman las medidas adecuadas de protección, son procedimientos seguros. El contagio se da por las pequeñas gotitas eliminadas a través de la respiración, por lo que es importante usar una protección de la nariz y la boca, intensificar el lavado de manos y evitar tocarse la cara.

Los pacientes internados por enfermedad cardíaca y sin diagnóstico de COVID-19 pueden ser visitados por sus familiares, con restricciones según el contexto de cada institución hospitalaria.

El profesional médico puede hacer la receta, tomarle una foto y enviarla por correo electrónico u otro medio, aclarando el término “pandemia COVID-19”.