Dieta baja en sodio

Las personas que padecen hipertensión arterial o insuficiencia cardíaca, entre otras afecciones, deben reducir el sodio a 2.000 mg por día, el equivalente a una cuchara de té de sal.

El cloruro de sodio se encuentra fundamentalmente en la sal de mesa. Es un compuesto químico que combina el cloro y el sodio. El sodio se encuentra, además, en alimentos procesados y condimentos elaborados en forma industrial.

Para realizar una dieta hiposódica (baja en sal), se recomienda:

  1. No agregar sal a las comidas.
  2. Consultar con el médico el consumo de sales con bajo contenido de sodio.
  3. Utilizar otros condimentos: ajo, cebolla, pimienta, limón, vinagre, hierbas y especias.
  4. Evitar o moderar el consumo de alimentos con alto aporte de sodio. Por ejemplo:
  • fiambres.
  • embutidos: salame, salamín, patés, salchichas.
  • quesos duros (roquefort, rallado, brie, mar del plata).
  • comidas congeladas o pre-hechas.
  • enlatados.
  • salsas preparadas.
  • salsa de soja.
  • aderezos: mostaza, ketchup, salsa inglesa, aderezos de ensaladas.
  • ingredientes de copetín (papas fritas, chizitos, etc.).
  • aceitunas, pickles.
  • sopas en cubos o listas para consumir.

Para seleccionar alimentos bajos en sodio, se recomienda buscar en la etiqueta nutricional de los paquetes aquellos que contengan entre 40 y 120 mg de sodio cada 100 g de producto.

Se aconseja, además, una alimentación rica en potasio -presente en frutas y verduras- por su efecto beneficioso en el control de la presión arterial. También conviene evitar las comidas con exceso de grasas y el consumo de alcohol.


SINÓNIMO:

  • Dieta hiposódica.


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