11 de agosto: Día del Nutricionista

Atención con las dietas vegetarianas

La alimentación vegana parece estar de moda entre los jóvenes, en conjunción con un estilo de vida más natural o consciente de los derechos animales. Sin embargo, un reciente estudio advierte que no todas las dietas basadas en vegetales son sanas. Ser vegetariano pero comer frecuentemente papas fritas, pastas y pizza puede ser peor para el corazón que ser carnívoro y consumir cinco porciones diarias de frutas y verduras.

Atención con las dietas vegetarianas

Existen distintos tipos de dietas vegetarianas. La total o vegana consiste en consumir solamente frutas, vegetales, legumbres (porotos secos y arvejas), granos, semillas y nueces. La ovolactovegetariana incluye, además, huevos y productos lácteos como el queso, la leche y el yogur. Finalmente, están las dietas ricas en vegetales pero que incluyen ocasionalmente carnes blancas (especialmente, pescado).

Las dietas vegetarianas son mejores para la salud cardiovascular que las ricas en alimentos de origen animal, ya que disminuyen los niveles de colesterol, triglicéridos y glucosa en sangre, y también se asocian con un menor riesgo de sufrir hipertensión arterial, diabetes, obesidad y enfermedad coronaria. De hecho, una revisión de estudios mostró que quienes adhieren a una dieta vegetariana tienen un 25% menos de riesgo de padecer una enfermedad isquémica del corazón o de morir por esta causa.

Sin embargo, no todas las dietas vegetarianas son igualmente beneficiosas para la salud, según concluyó un estudio recientemente publicado en el ''Journal of the American College of Cardiology'' (JACC).

Después de seguir la evolución de 200.000 adultos a lo largo de 20 años, investigadores de la Escuela de Salud Pública de Harvard observaron que quienes comían usualmente una dieta rica en granos enteros, frutas, vegetales, nueces y legumbres tuvieron menos riesgo de padecer enfermedad coronaria que quienes se alimentaron con una dieta vegetariana que incluía bebidas azucaradas y granos refinados (pastas, pan blanco, arroz, galletitas).

“El solo hecho de ser vegetariano o comer alimentos verdes no significa necesariamente que se sigue una dieta saludable”, señaló Ambika Satija, una de las investigadoras que publicaron el estudio. “Es importante tomar en cuenta la calidad de los alimentos que se consumen. Más granos enteros que refinados, más alimentos integrales que jugos: ésta es la dirección a tomar”, subrayó la nutricionista de Harvard.

Entre los vegetales no aconsejados para una dieta sana se encuentra la papa. Tampoco se recomiendan los jugos de fruta y batidos vegetales azucarados. En cuanto a los alimentos de origen animal, los investigadores consideran más perjudiciales a las carnes con grasa y el helado que a la leche descremada y la pechuga de pollo. De todos modos, advierten, todo depende de la cantidad consumida.

No hace falta ser extremista para alimentarse bien: alcanza con disminuir dos porciones diarias de alimentos de origen animal (carnes o lácteos) para reducir el riesgo cardiovascular. Incluso pequeños cambios en la dieta –como incorporar una porción diaria de nueces y legumbres- puede resultar en una disminución de la mortalidad a largo plazo, según otro estudio de la Universidad de Harvard, encabezado por Mercedes Sotos-Prieto.

Adherir a una dieta saludable (como la DAESH o la tipo Mediterránea) durante 12 años reduce entre 9 y 14% el riesgo de morir, asegura el trabajo publicado en ''New England Journal of Medicine''. Según coinciden cardiólogos y nutricionistas, una alimentación saludable debe ser variada y equilibrada, y limitar el contenido de sodio, grasas y azúcares.


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