26 de junio: Día internacional contra el uso indebido de drogas


El consumo de drogas ilícitas es un problema de salud pública en todo el mundo. En la Argentina, se producen aproximadamente 1000 muertes por año vinculadas a la utilización de estupefacientes. Las principales drogas de consumo ilícito –cocaína, marihuana, éxtasis- tienen múltiples efectos a nivel cardiovascular y los expertos advierten que su uso puede provocar desde hipertensión hasta infartos, accidente cerebrovascular (ACV) y muerte.

26 de junio: Día internacional contra el uso indebido de drogas

Un informe de la agencia oficial Sedronar reveló en 2017 que el 7,8% de la población argentina usó marihuana, mientras que el 5,3% consumió cocaína alguna vez y 0,6% inhaló pasta base o paco. En cuanto a los psicofármacos (ansiolíticos, hipnóticos, antidepresivos, etc.), 0,7% de la población entre 12 y 65 años los consumió sin receta médica.

Además, las encuestas oficiales revelan que casi la mitad de los estudiantes secundarios argentinos ha bebido alcohol en el último mes y el 10% de los adolescentes entre 13 y 15 años consumió alguna vez drogas ilícitas, en su mayoría marihuana (8.4%). En comparación con el año 2010, en el último estudio se triplicó el consumo de cocaína entre los adolescentes.

Más allá de la situación legal y los posibles usos terapéuticos del cannabis en ciertos pacientes, la marihuana puede producir hipertensión arterial, hipotensión ortostática (caída de la presión al ponerse de pie) y taquicardia. El consumo crónico de marihuana aumenta 4.8 veces el riesgo de problemas cardiovasculares (principalmente, infarto agudo de miocardio y ACV).

Por su parte, la cocaína genera un aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial. Esta droga incrementa, además, el riesgo de la formación de coágulos sanguíneos (trombosis) y produce espasmos en arterias (vasoconstricción por vasoespasmo), lo que conlleva a un mayor riesgo de infarto y ACV.

La cocaína aumenta el riesgo de ACV hemorrágico y predispone a una serie de patologías: arritmias potencialmente fatales, ruptura de la aorta (disección aórtica), acumulación de líquido en pulmones (edema agudo de pulmón) y miocarditis (inflamación del tejido cardíaco). El consumo agudo de cocaína asociado a alcohol aumenta su toxicidad, con mayor riesgo de muerte súbita.

Finalmente, el éxtasis (MDMA, por sus siglas químicas) produce hipertensión y puede desencadenar complicaciones (infarto, ACV), taquicardia, falla cardíaca, arritmias y muerte súbita. Sus efectos a nivel cardiovascular, advierten los expertos, son similares a los de la cocaína.

» Vea todas las noticias de WikiCardio