Vacuna antineumocóccica

Contiene fragmentos de la bacteria Streptococcuspneumoniae, más conocida como “neumococo”.

Esta bacteria ingresa al cuerpo a través de la nariz y la boca, y puede causar neumonía y meningitis. Los bebés, los ancianos y los individuos con enfermedades crónicas son los más susceptibles a esta infección.

Existen muchos subgrupos de neumococos y las vacunas disponibles cubren la mayoría de ellos.

En la actualidad, hay dos vacunas: la 13-valente conjugada (que genera anticuerpos contra 13 subgrupos del neumococo y es la que se administra a los bebés) y la 23-valente polisacárida.

Como la vacuna 23-valente agrega 5 a 10% de protección en casos de neumonía, se considera útil combinar las dos vacunas en los grupos de riesgo. Las maneras de combinar estos dos tipos de vacunas cambian en los países de acuerdo con las recomendaciones de los expertos. En la Argentina, se recomienda iniciar con la 13 valente y luego suministrar la 23-valente.

Esta vacuna se administra como inyección en el músculo del hombro (deltoides) o en el muslo. A diferencia del virus de la influenza, el neumococo circula durante todo el año, por lo que no es preciso que se administre la vacuna antineumocóccica durante el invierno.

Si una persona ya tiene la conjugada 13-valente y recibe luego la 23-valente, el esquema de vacunación está completo, y no es necesario repetirlas.

Se recomienda su administración en todos los adultos mayores de 65 años y, también, en los menores de esa edad que padezcan enfermedades cardiológicas crónicas, diabetes, insuficiencia renal o enfermedades pulmonares crónicas.

Esta vacuna demostró su efectividad en los siguientes estudios:

  1. Estudio CAPITA, N Eng J Med 2015;372:1114-1125.
  2. Hung IFN, Leung AYM, Chu DWS. Prevention of Acute Myocardial Infarction and Stroke among Elderly Persons by Dual Pneumococcal and Influenza Vaccination: A Prospective Cohort Study Ivan. Clin Infect Diseases 2010; 51: 1007–1016.


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