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La resistencia a la insulina se presenta habitualmente en las personas con obesidad abdominal, es decir, cuando la grasa se acumula a nivel de la cintura.
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La resistencia a la insulina se presenta habitualmente en las personas con [[obesidad]] abdominal, es decir, cuando la grasa se acumula a nivel de la cintura.
  
 
Como la insulina es una hormona que también interviene en el metabolismo de las grasas y proteínas, cuando hay una resistencia a esta hormona se produce un aumento de los [[triglicéridos]] y una reducción del [[colesterol]] HDL (colesterol bueno) en la sangre, así como también [[hipertensión arterial]]. Esta combinación de tres o más alteraciones en su conjunto conforma el [[síndrome metabólico]].
 
Como la insulina es una hormona que también interviene en el metabolismo de las grasas y proteínas, cuando hay una resistencia a esta hormona se produce un aumento de los [[triglicéridos]] y una reducción del [[colesterol]] HDL (colesterol bueno) en la sangre, así como también [[hipertensión arterial]]. Esta combinación de tres o más alteraciones en su conjunto conforma el [[síndrome metabólico]].

Revisión del 16:35 30 ene 2017

Resistencia a la insulina

Es una condición en la cual se produce una falla en la respuesta del organismo a la propia insulina que fabrica.

La insulina es una hormona que produce el páncreas. Su función es facilitar el ingreso del azúcar (glucosa) al interior de las células para que sea utilizada como fuente de energía.

La insulina se libera cuando aumentan los niveles de glucosa en sangre, luego de cada comida. Esta hormona se une a receptores localizados en el hígado, el músculo y otros órganos. De esta manera, la insulina facilita el ingreso de glucosa a la célula. Cuando este mecanismo falla, el azúcar se acumula en la sangre. Por lo tanto, el páncreas produce más y más insulina para compensar esta resistencia a la unión de la insulina con el receptor.

La mayor liberación de insulina (hiperinsulinemia) predispone a las complicaciones cardiovasculares y puede generar, a largo plazo, diabetes.

La resistencia a la insulina se presenta habitualmente en las personas con obesidad abdominal, es decir, cuando la grasa se acumula a nivel de la cintura.

Como la insulina es una hormona que también interviene en el metabolismo de las grasas y proteínas, cuando hay una resistencia a esta hormona se produce un aumento de los triglicéridos y una reducción del colesterol HDL (colesterol bueno) en la sangre, así como también hipertensión arterial. Esta combinación de tres o más alteraciones en su conjunto conforma el síndrome metabólico.


SÍNTOMAS:

En sus comienzos, la resistencia a la insulina no se manifiesta con un síntoma en particular. Con el tiempo, es posible encontrar:

  • Cansancio o fatiga inexplicable.
  • Aumento de la necesidad de orina durante la noche con somnolencia diurna asociada.
  • Manchas oscuras a nivel de las axilas, codos y en la nuca.
  • Obesidad abdominal: aumento del perímetro de la cintura. Normalmente, en los hombres este valor debe ser inferior a 102 cm y en las mujeres, menor a 88 cm.
  • Aumento de la presión arterial.


FACTORES DE RIESGO:

  • Antecedentes familiares.
  • Obesidad central o abdominal.
  • Sedentarismo.
  • Estrés.
  • Alimentación con exceso de azúcar (golosinas, galletitas, chocolates, tortas, facturas, pan).


EXÁMENES DIAGNÓSTICOS:

  • Análisis de sangre y orina.
  • Prueba de Tolerancia Oral a la Glucosa: Se realiza primero una medición de la glucosa en sangre (glucemia) en ayunas. Luego de administrar una bebida con 75 g de glucosa, se repite el análisis a los 60, 90 y 120 minutos, para determinar el comportamiento de la glucemia.
  • Medición del perímetro de cintura.
  • Medición del Índice de Masa Corporal (peso/altura²).


PREVENCIÓN:

La manera de prevenir el desarrollo de resistencia a la insulina es:

  • Mantener un peso saludable.
  • Caminar 30 minutos al día.
  • Adoptar una alimentación rica en fibras (vegetales, frutas), carnes magras de vaca o pollo, aceite de oliva, palta, pescado y productos lácteos bajos en grasas.


TRATAMIENTO:

  • Descenso de peso gradual (al menos un 7-10% en relación al peso inicial) y reducción del perímetro de la cintura.
  • Modificar hábitos alimentarios, aumentando el aporte de fibras y moderando el consumo de alimentos ricos en azúcar.
  • Realizar actividad física, 30 minutos al día, al menos 5 días de la semana.
  • A veces, se utilizan fármacos, como la metformina.


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