Recomendaciones para tomar anticoagulantes (acenocumarol o warfarina)

El objetivo del tratamiento con acenocumarol o warfarina es prevenir complicaciones derivadas de la formación de coágulos.

El tratamiento anticoagulante está indicado en los pacientes portadores de prótesis valvulares cardíacas, en algunas arritmias, en diversas cardiopatías y en situaciones con peligro de embolias.

En estos casos, la anticoagulación es imprescindible y ofrece claros beneficios. El tratamiento con anticoagulantes debe ser controlado por un médico especialista en Hematología para minimizar las posibles complicaciones hemorrágicas. Controlado correctamente, este riesgo es bajo.


EXÁMENES DIAGNÓSTICOS:

Para saber si la sangre tarda el tiempo adecuado en coagularse, se debe realizar un análisis llamado “tiempo de protrombina” (R.I.N.). De acuerdo con el resultado, el hematólogo puede aumentar o disminuir la dosis de anticoagulante.

Los controles son más frecuentes al comienzo del tratamiento o cuando hay situaciones de inestabilidad. En general, se hacen cada 4 a 6 semanas.

El día del análisis se deben tomar los medicamentos que habitualmente correspondan a esa hora. En el momento de la extracción de sangre para el análisis, el paciente debe informar cambios en las medicaciones, sangrados, problemas médicos nuevos, errores en la toma del anticoagulante, cambios importantes en la dieta o cualquier otra cosa que le parezca relevante.


TRATAMIENTO:

El comprimido se debe tomar con agua, en lo posible siempre a la misma hora. En algunos casos, el tratamiento con anticoagulantes puede durar unos pocos meses, pero casi siempre es de por vida.

Si el paciente olvida una dosis, no debe tomar el doble ‘para compensar’.

  • Dieta:

Los únicos alimentos prohibidos son los que se hayan restringido por otras causas (presión alta, colesterol o diabetes).

Es importante rotarlos alimentos y no repetir las verduras del grupo de las coles (brócoli, repollo, coliflor, repollitos de Bruselas), ya que si se consumen en forma frecuente pueden interferir con la medicación.

Debe ser muy moderada la ingesta de cerveza, vino y otras bebidas alcohólicas.

  • Inyecciones:

No hay inconveniente en administrar vacunas e inyecciones subcutáneas (debajo de la piel). Las inyecciones intramusculares deben evitarse.

  • Intervenciones y estudios:

Excepto los análisis de sangre habituales, hay que avisar previamente sobre los anticoagulantes en pruebas en las que se le vaya a pinchar o cortar, biopsias, tratamientos, endoscopías, etc. Cualquier cirugía, por pequeña que parezca, debe ser comunicada al menos una semana antes, ya que es necesario realizar una preparación para disminuir el riesgo de sangrado.

Ante una urgencia, es conveniente entregara los médicos el calendario de dosificación con anticoagulantes.

En tratamientos de conducto y obturaciones de caries, no hace falta modificar la dosis de anticoagulantes. En caso de extracciones dentales y limpiezas profundas, el dentista debe estar al tanto del tratamiento y comunicarse con el hematólogo.

  • Hemorragias:

Ante hematomas o moretones espontáneos, se debe adelantar la fecha del control con el médico.

No es necesario consultar al hematólogo inmediatamente si se presenta un pequeño sangrado de nariz que se interrumpe espontáneamente, una menstruación más abundante que lo habitual, un mínimo sangrado en la orina o una pequeña cantidad de sangre en la materia fecal.

Los sangrados del tubo digestivo, en especial por úlcera o gastritis erosivas, se manifiestan con materia fecal de color negro intenso. Ante esta situación, la consulta debe ser urgente.

Si se sufre un golpe y se produce un sangrado que no cede con el correr de los minutos y las medidas caseras, hay que concurrir al Servicio de Urgencias de un hospital con la cartilla con el registro del último control y la dosificación de anticoagulantes.

  • Embarazo:

Ante la posibilidad de embarazo, debe hacerse un test y en caso de ser positivo, comunicarlo inmediatamente al médico.

La lactancia no está contraindicada pero debe ponerse en conocimiento al pediatra que la mamá toma anticoagulantes.


PREVENCIÓN:

Es fundamental cumplir con las fechas de control programadas por el hematólogo para evitar complicaciones.

Se debe evitar la automedicación debido a la interacción que producen ciertos fármacos con los anticoagulantes. Si se consulta a un médico, hay que advertirle sobre el tratamiento anticoagulante, para que recete medicamentos que interfieran lo menos posible con éste.

El embarazo no es aconsejable en una paciente que toma anticoagulantes orales, por lo que se recomienda el uso de anticonceptivos. En caso de desear un embarazo, se debe consultar con el hematólogo la posibilidad de utilizar otro tipo de anticoagulantes.


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