Estatinas: mejor prevenir que curar

Medicamentos desarrollados para bajar el “colesterol malo” en la sangre, las estatinas se han convertido en las aliadas fundamentales de los cardiólogos a la hora de tratar enfermedades cardiovasculares.

Error al crear miniatura: No se ha podido guardar la miniatura

Actualmente, estos fármacos se usan para disminuir el riesgo de muerte en pacientes con enfermedad cardiovascular declarada; es decir, para hacer “prevención secundaria” en quienes ya han sufrido un infarto u otra afección cardíaca. Sin embargo, nuevos estudios muestran que los fármacos de la familia de las estatinas también podrían ser eficaces para evitar el desarrollo de la enfermedad cardiovascular (“prevención primaria”), en lugar de tratarla una vez producida.

Según los resultados del reciente estudio Hope-3 (Heart Outcomes Prevention Evaluation), la rosuvastatina –una de las estatinas- permite reducir significativamente la probabilidad de sufrir infartos y otros eventos cardiovasculares en personas que tienen algún factor que aumenta su riesgo (hipertensión arterial, sedentarismo, diabetes, sobrepeso u obesidad, tabaquismo, entre otros).

El estudio, que se realizó con más de 12.000 hombres y mujeres, consistió en administrarles diariamente 10 mg de rosuvastatina a un grupo sin enfermedad cardiovascular, mientras se le suministraba un placebo (una pastilla inocua) a otro grupo similar. Al cabo de 5 años y medio, los investigadores encontraron que los que habían tomado rosuvastatina habían padecido un 24% menos de infartos cardíacos, accidentes cerebrovasculares (ACV) y muertes que el resto.

El poder de las estatinas para reducir el colesterol “malo” (LDL) y así disminuir las probabilidades de enfermar y morir del corazón fue confirmado por otras investigaciones. Se estima que normalmente una persona debería tener menos de 130 mg de colesterol LDL por cada decilitro (dl) de sangre. Si un individuo tiene un valor mayor al deseable, por cada 38 mg/dl que consiga bajar con una estatina, se reduce un 25% su riesgo cardiovascular.

En este sentido, las estatinas podrían ocupar próximamente el lugar que en un momento se le había otorgado a la aspirina en prevención primaria. Hasta unos años atrás, se pensaba que si las personas sanas tomaban pequeñas dosis de aspirina todos los días, podrían evitar infartos cardíacos o cerebrales. Hoy se sabe que la aspirina puede evitar que se repita un infarto cardíaco o un ACV en un paciente que ya padeció alguno de estos eventos, pero su uso diario no está generalmente recomendado en quienes no están enfermos. En cambio, empiezan a surgir evidencias de que si las personas que no tienen enfermedad cardíaca –pero tienen al menos un factor de riesgo- tomaran una dosis diaria de estatina, podrían prevenir tanto el infarto cardíaco como el ACV y hasta la muerte por razones cardiovasculares. De esta manera, las estatinas podrían ser utilizadas muy pronto para prevenir, antes que para curar, enfermedades cardíacas. En cualquier caso, la decisión de tomar estatinas debe consultarse siempre con el médico.


» Vea todas las noticias de WikiCardio