Enfermedades del corazón en el embarazo

El embarazo y el parto generan cambios importantes en el sistema cardiovascular. Durante el embarazo, aumenta la frecuencia cardíaca y el volumen sanguíneo de la mujer para permitir una mayor llegada de oxígeno al bebé. Además, la presión arterial disminuye debido al aumento de ciertas hormonas (principalmente la progesterona) y pueden aparecer ciertos soplos cardíacos.

Enfermedades del corazón en el embarazo

Algunos síntomas como fatiga, dificultades para respirar durante la noche, taquicardia persistente, desmayos, dolor de pecho, piel azulada, agrandamiento del hígado o del bazo permiten sospechar que la mujer padece una enfermedad cardiovascular asociada al embarazo. En Uruguay, por ejemplo, la cardiopatía es la segunda causa más frecuente de muerte materna, luego de los trastornos psiquiátricos.

El número de embarazadas con enfermedad cardíaca aumenta año tras año, dada la mayor edad de las mujeres que se embarazan así como la mayor sobrevida de las niñas con cardiopatía congénita que llegan a la adultez.

Las mujeres pueden tener una cardiopatía antes de embarazarse o desarrollarla en el transcurso de la gestación. Es importante que las mujeres que tienen enfermedades cardíacas reciban asesoramiento antes de la concepción para minimizar riesgos materno-fetales, así como para planificar el mejor momento del futuro embarazo.

Ciertas cardiopatías congénitas preexistentes -comunicaciones interauriculares o interventriculares, conducto arterioso, coartación de aorta corregida y Síndrome de Marfan- son bien toleradas durante el embarazo. Las cardiopatías congénitas más avanzadas, no operadas durante la infancia y que produjeron hipertensión pulmonar severa, son las que implican el mayor riesgo para la mujer, por lo que se contraindica el embarazo en quienes las padecen.

Prevención y complicaciones

Las principales complicaciones cardiovasculares relacionadas al embarazo son la hipertensión arterial gestacional (pre-eclampsia, eclampsia), la miocardiopatía periparto (entre el momento del parto y el primer año posterior), las arritmias, el infarto de miocardio (generalmente, por ruptura de la arteria coronaria) y las valvulopatías.

Entre los factores que aumentan el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca, se destacan el hábito de fumar, tener menos de 20 años o más de 35 años al embarazarse, los embarazos múltiples, la hipertensión arterial, la diabetes y una baja tolerancia al esfuerzo físico.

Se recomienda realizar en forma rutinaria exámenes de sangre para controlar situaciones de anemia, hipertiroidismo e infecciones que pudieran desencadenar o empeorar una insuficiencia cardíaca o arritmias. También se aconseja un electrocardiograma y un ecocardiograma doppler en las mujeres que tienen enfermedad cardiovascular para evaluar el funcionamiento de los ventrículos cardíacos, las valvulopatías, las cardiopatías congénitas y la hipertensión pulmonar.

Las complicaciones maternas más frecuentes en la República Oriental del Uruguay según el SIP (Sistema Informático Perinatal) del Hospital de la Mujer fueron en 2016 la hipertensión arterial en el embarazo en el 8% de los casos, la preeclampsia en el 6,1% y las cardiopatías en 0,1%.

A su vez, la hipertensión inducida por embarazo es responsable del 6,5% de los nacimientos prematuros, mientras que la hipertensión arterial previa causa el 3,1%, la cardiopatía el 0,2% y la preeclampsia el 7,8%.

El tratamiento de estas complicaciones incluye cambios en el estilo de vida (dietas, disminuir la ansiedad, limitar la actividad física en caso de disfunción de ventrículo izquierdo, limitar la ganancia de peso) y, de ser necesario, se pueden indicar fármacos como diuréticos, beta-bloqueantes y antihipertensivos.

En cuanto a la finalización del embarazo en mujeres gestantes con cardiopatía, el parto espontáneo es más rápido e implica menos hemorragia y menor tasa de complicaciones que la cesárea.


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