El riesgo cardíaco de los anabólicos

La realización de actividad física es uno de los pilares de la buena salud cardiovascular. Sin embargo, a veces, la obsesión por el gimnasio puede resultar un problema. Según un reciente estudio publicado en la revista Circulation, los anabólicos esteroides que consumen los hombres que practican pesas pueden aumentar el riesgo de enfermedad coronaria e infarto de miocardio.

El riesgo cardíaco de los anabólicos

En Estados Unidos, se estima que entre 3 y 4 millones de personas consumen anabólicos esteroides, y 1 millón de ellos desarrolló dependencia hacia ellos. El 80% de quienes consumen anabólicos esteroides son personas que van al gimnasio en forma recreacional, no deportistas profesionales. En la Argentina, el consumo es ilegal pero ocurre más frecuentemente de lo que se cree, según denuncian médicos y farmacéuticos.

Cada vez más hombres toman anabólicos para aumentar la masa muscular y mejorar su desempeño atlético o lucir su cuerpo, pero obtener músculos más grandes de esta manera tiene riesgos. Tomar anabólicos durante dos años o más puede aumentar el depósito de colesterol en las arterias y conducir a infartos de miocardio. Además, puede disminuir la capacidad de contracción del músculo cardíaco y el bombeo de sangre desde el ventrículo izquierdo hacia el resto del organismo. Los anabólicos también se asocian con un peligroso aumento de la presión arterial, especialmente de la sistólica o “máxima”.

El riesgo de los “anabólicos de gimnasio” es aún mayor si se toma en cuenta que suelen ser productos ilegales, cuya composición no está controlada por las autoridades sanitarias. La venta de anabólicos esteroides (como la nandrolona, el estanozonol y la testosterona) con fines deportivos está prohibida en la Argentina por la ANMAT. Sin embargo, el consumo parece no ceder entre quienes hacen “fierros”.

La Oficina de Drogas y Alimentos (FDA) de Estados Unidos recientemente alertó sobre los riesgos de consumir suplementos que contienen anabólicos, ya que pueden dañar seriamente el hígado y los riñones. Además, subrayó la FDA, estos suplementos pueden producir coágulos que pueden generar una embolia de pulmón o una trombosis venosa profunda. Finalmente, los anabólicos pueden generar caída del cabello, acné severo, irritabilidad, depresión y agresividad.

Otro de los problemas de los suplementos para “body-building” es el consumo simultáneo de productos diferentes, con compuestos desconocidos que muchas veces se rotulan como “suplementos vitamínicos” pero pueden tener efectos adversos serios. Es preciso enfatizar que el ejercicio físico es fundamental para la salud cardiovascular, pero los anabólicos están contraindicados para mantenerla.


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