El corazón y el dengue

Más de 50 millones de personas en el mundo resultan infectadas cada año con el virus del dengue. Transmitido por la picadura del mosquito Aedes aegypti, el dengue está causando este año una gran epidemia en la Argentina, con más de 20.000 casos, casi el triple de las infecciones causadas durante el último gran brote epidémico de 2009. Según indicó el Ministerio de Salud de la Nación, la epidemia de dengue podría prolongarse hasta fin de mayo.

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Existen 4 subgrupos (DEN-1, DEN-2, DEN-3, DEN-4) del virus del dengue. Si bien esta enfermedad infecciosa se caracteriza por fiebre súbita, dolores articulares y musculares, cefalea y malestar general, la recuperación generalmente se produce en forma espontánea. Con todo, en algunos casos, puede ocurrir una complicación hemorrágica grave que lleva a la muerte.

Las manifestaciones cardíacas de dengue son infrecuentes, pero pueden presentarse arritmias, (fibrilación auricular, bloqueos aurículoventriculares, disfunción del nódulo sinusal y extrasístoles ventriculares). La mayoría de estas arritmias no producen síntomas y desaparecen al finalizar la infección. Si bien no se sabe el mecanismo por el cual se producen, algunas de estas arritmias se atribuyen a una infiltración del virus en el tejido cardíaco, que produce inflamación del corazón (miocarditis viral).

Para confirmar el diagnóstico de dengue cardíaco, se recomienda un electrocardiograma, análisis de sangre (para evaluar el nivel de ciertas enzimas cardíacas que se liberan hacia la circulación cuando hay un daño cardíaco), y estudios de imágenes cardíacas (ecocardiograma, resonancia magnética). En algunos casos, se puede requerir una biopsia del tejido cardíaco.

No existe un tratamiento específico para la miocarditis por dengue, sólo medidas de sostén (control de la presión arterial y las pulsaciones) y el tratamiento de cualquier complicación que aparezca (arritmias, insuficiencia cardíaca).

¿Qué hacer contra el dengue?

El dengue no existe si no existe su vector, el mosquito Aedes aegypti, que también puede transmitir los virus del Zika y la fiebre Chikungunya.

Para evitar la cría de este mosquito, se recomienda erradicar de las casas todo tipo de agua estancada, por más pequeña que sea (maceteros, botellas, floreros). Además, todos los sistemas anti-mosquitos convencionales son eficaces (espirales, pastillas, mosquiteros), y se aconseja utilizar repelentes varias veces al día en el cuerpo (no en la cara). Existe una vacuna contra el dengue que ha sido aprobada en algunos países, pero no en la Argentina. Otras se encuentran en fase de desarrollo.


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