Desayuno de campeones

El Día Mundial de la Alimentación, que se celebra el 16 de octubre, no sólo es una buena oportunidad para reflexionar sobre la desnutrición y el impacto del cambio climático y las migraciones sobre los cultivos que alimentan a la humanidad. También es una buena oportunidad para modificar el hábito de no desayunar.

Desayuno de campeones

Para mantener un corazón sano no sólo es preciso moverse sino también tomar un buen desayuno todos los días. Según un reciente estudio español, quienes se saltean la primera comida del día presentan más placas de colesterol en las arterias (aterosclerosis) y otros factores que aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

La investigación, publicada en el Journal of the American College of Cardiology, se basó en cuestionarios nutricionales suministrados a 4.000 mujeres y hombres de 40 a 54 años y sin antecedentes cardiovasculares. Los científicos dividieron a las personas en tres grupos, de acuerdo con la energía obtenida a partir de los alimentos ingeridos en el desayuno. Casi el 3% de los participantes del estudio se salteaban el desayuno (a lo sumo, tomaban un café o un jugo en cinco minutos antes de salir a trabajar). Mientras el 70% de las personas ingería un desayuno que otorgaba poca energía (entre el 5 y el 20% del total de calorías diarias), casi el 28% consumía un desayuno suculento, que les otorgaba más del 20% de la energía total diaria.

Al tomar imágenes de las arterias carótidas, de la aorta abdominal y de las arterias íleofemorales de los sujetos, los cardiólogos encontraron más evidencias de aterosclerosis entre quienes se salteaban el desayuno y en quienes ingerían una primera comida de bajo nivel energético que en quienes tomaban un desayuno nutritivo antes de empezar sus actividades diarias. Quienes se salteaban el desayuno tenían dos veces más placas ateroscleróticas que quienes lo tomaban. Además, quienes le daban menos importancia al desayuno presentaban una mayor circunferencia de cintura, un mayor Índice de Masa Corporal y más altos niveles de presión arterial, colesterol y glucosa en la sangre.

Es importante aclarar que quienes consumían un desayuno pobre (un café con una tostada o una medialuna) o se lo salteaban también compartían estilos de vida poco saludables: no sólo fumaban y tomaban más alcohol sino que también presentaban más hipertensión arterial y obesidad que los que desayunaban bien.

Si bien muchas de las personas que usualmente evitan el desayuno están tratando de bajar de peso, los especialistas advierten que este comportamiento no es útil, ya que las personas que no comen a la mañana suelen compensar la ingesta durante el día con alimentos poco saludables y a horarios inconvenientes. Saltearse el desayuno, advierten los cardiólogos, se asocia con desequilibrios hormonales y alteraciones en el ritmo circadiano.

La sensación de saciedad que se obtiene con el desayuno, después de una noche en ayunas, contribuye a regular el apetito durante el día y a disminuir factores que contribuyen a las enfermedades cardiovasculares. El desayuno es la comida más importante del día, subrayan los especialistas.

¿Qué es un desayuno insuficiente? Según los investigadores, uno que incluye menos de 120 kcal y no contempla más que un café o un vaso de jugo de naranja, que aportan menos del 5% de la energía total diaria. Un buen desayuno debería incluir no sólo bebidas sino también frutas frescas; pan integral o cereales enteros; leche, yogur o queso descremados; semillas, nueces o almendras; tomate y huevo. El desayuno debería aportar más del 20% de las calorías diarias y evitar las frituras.


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