14 de junio: Día Mundial del Donante de Sangre

La circulación de la sangre se asocia desde tiempos antiguos con la vida. Y no es para menos. La sangre es un recurso esencial para tratar a personas heridas durante accidentes y desastres naturales, para realizar intervenciones quirúrgicas y para llevar adelante tratamientos en ciertas enfermedades. Sin embargo, la sangre humana es imposible de fabricar y de almacenar a largo plazo. La sangre siempre debe ser aportada por otro ser humano que comparta ciertas características biológicas con quien la necesita (grupo O, A, B o AB; factor RH positivo o negativo). De ahí la importancia de fomentar la donación de sangre, y el reconocimiento hacia los donantes que se celebra cada 14 de junio.

14 de junio: Día Mundial del Donante de Sangre

En la Argentina, se estima que el 1,5% de la población dona sangre cada año. En Perú, menos del 0,5% de la población dona una vez en la vida. En Europa, en cambio, entre el 3 y el 5% de la población dona sangre habitualmente.

Para realizar transfusiones sanguíneas, es preciso contar con sangre previamente chequeada para que no esté contaminada con virus (como los de la hepatitis B y C o el HIV/Sida) u otros agentes patógenos (como el parásito causante del Mal de Chagas). En este sentido, los servicios de Hemoterapia de los centros hospitalarios realizan análisis de toda la sangre que reciben y, también, formulan preguntas precisas a los donantes para descartar riesgos antes de utilizar su sangre.

Cualquier persona puede donar sangre en forma periódica y voluntaria, siempre que tenga más de 18 años y pese más de 50 kilos. Las personas que portan tatuajes o piercings deben esperar 12 meses para donar (desde el día en que se lo hicieron). Los hipertensos controlados pueden donar sangre y no necesitan suspender la medicación que toman. Donar sangre no genera ningún riesgo al donante, ya que todo el material es estéril y se utiliza una sola vez. El proceso dura alrededor de 15 minutos y no requiere ayuno previo.

14 de junio: Día Mundial del Donante de Sangre

Con una bolsa de sangre (450 ml) se pueden salvar 3 vidas. Al llegar al centro de transfusión, la sangre es dividida en sus tres componentes principales: glóbulos rojos, plaquetas y plasma, que se transfundirán a cada enfermo en función de sus necesidades. Existe un cuarto componente de la sangre (crioprecipitado), derivado del plasma, que contiene factores para la coagulación de la sangre necesarios para tratar enfermedades como la hemofilia. Los distintos componentes de la sangre se pueden utilizar para tratar distintos tipos de anemia; para realizar trasplantes de corazón y otros órganos; y para tratar a mujeres que sufren hemorragias durante el parto. También se pueden utilizar para tratar a quemados y bebés nacidos con problemas.

Algunos estudios sugirieron en el pasado que donar sangre regularmente puede reducir el riesgo cardiovascular (infarto de miocardio y accidente cerebrovascular) al disminuir la viscosidad de la sangre. En cualquier caso, la donación siempre es un acto altruista que salva vidas y merece el agradecimiento de la humanidad.


14 de junio: Día Mundial del Donante de Sangre


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