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* [[Heparinas de bajo peso molecular]].
 
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* Warfarina.
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Revisión del 14:52 26 feb 2016

Anticoagulantes

Son un grupo de medicamentos con estructuras químicas muy diversas, que bloquean la acción de factores que intervienen en la coagulación de la sangre.

Ante una herida cortante, el organismo pone en marcha un proceso de cicatrización para detener el sangrado. El proceso tiene dos pasos: en primer lugar, se forman grumos de plaquetas; en segundo término, distintas proteínas de la sangre (conocidas como “factores de coagulación”) forman una malla o red que recubre los grumos plaquetarios. De esta manera, se genera un coágulo sanguíneo.

En pacientes con enfermedad coronaria, fibrilación auricular o insuficiencia cardíaca, se pueden formar coágulos en forma espontánea.

Los medicamentos diseñados para “licuar” la sangre pueden bloquear el efecto de las plaquetas (se llaman “antiplaquetarios”) o inhibir el efecto de los factores de la coagulación (son los “anticoagulantes”).

Los anticoagulantes se pueden indicar en casos de infarto de miocardio, angina de pecho, fibrilación auricular, aleteo auricular, trombosis venosa profunda, tromboembolismo pulmonar y, también, cuando se implantan válvulas artificiales en el corazón.

También se administran para prevenir la aparición de trombos (coágulos) en pacientes que se encuentran en reposo prolongado y en quienes padecen enfermedades genéticas que predisponen a la formación de trombos (trombofilias).

Se pueden administrar por boca y también a través de inyecciones en la piel o por vena, de acuerdo con el tipo de anticoagulante y la condición clínica del paciente.

Si bien estos medicamentos son útiles para disminuir el riesgo de que se forme un nuevo coágulo, pueden provocar algún tipo de sangrado.

Los anticoagulantes, en orden alfabético, son: