29 de octubre: Día mundial del ACV

El accidente cerebrovascular (ACV) constituye la primera causa de discapacidad en el mundo. Esta enfermedad se produce cuando el cerebro no recibe una irrigación y oxigenación adecuada, ya sea a causa de la obstrucción de un vaso sanguíneo por un coágulo (ACV isquémico) o como consecuencia del derrame producido por la rotura de una arteria cerebral (ACV hemorrágico).

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El ACV puede ser transitorio, puede dejar secuelas graves o terminar en la muerte. Sin embargo, el 80% de los ACV son prevenibles, según la National Stroke Association, de Estados Unidos. Para prevenirlos, es preciso conocer -y modificar- ciertos factores que aumentan el riesgo de que se produzca por primera vez o que se repita tras un primer episodio.

En América latina, el ACV produce cada año aproximadamente 25 muertes por cada 100.000 habitantes. La Organización Mundial de la Salud estimó en 2004 que casi 2 millones de latinoamericanos habían sobrevivido a un ACV. Pero los expertos advierten que, a medida de que la población envejezca, el ACV aumentará en todo el mundo. De hecho, los casos de ACV isquémicos han aumentado un 5% desde 1990 en la región. Si no se toman medidas preventivas, se estima que las cifras de ACV se triplicaran para 2024 en América Latina.

En la Argentina, un reciente estudio científico mostró que se producen anualmente más de 58.000 ataques cerebrales, lo que significa un ACV cada 9 minutos.

Si bien la hipertensión arterial es la principal causa de accidentes cerebrovasculares (también conocidos como “stroke”, “ictus” o “ataque cerebral”), hoy se sabe que uno de cada cinco ACV isquémicos es consecuencia de una alteración del ritmo cardíaco (arritmia) conocida como “fibrilación auricular”.

La fibrilación auricular es la más común de las arritmias y afecta hasta al 2% de la población. La fibrilación auricular es más frecuente a medida de que se envejece: mientras afecta al 0,5% de las personas menores de 50 años, llega al 15% en mayores de 80 años.

¿Cómo puede una arritmia cardíaca causar un trastorno cerebral como el ACV? La desorganización del ritmo cardíaco puede generar la formación de un coágulo, que luego viaja por la sangre y llega al cerebro, obstruyendo un vaso sanguíneo. Es entonces cuando ocurre un ACV isquémico y aparecen algunos de los siguientes síntomas: fuerte dolor de cabeza, confusión, vértigo, pérdida súbita de la visión en un ojo, hormigueo o debilidad de una parte del cuerpo (cara, brazo, pierna), problemas para hablar o comprender el lenguaje, pérdida del equilibrio.

Prevención primaria y secundaria

Como muchas veces la fibrilación auricular no produce síntomas, es importante realizar chequeos periódicos del corazón para detectarla. Una vez identificada esta arritmia, es preciso tratarla para evitar la formación de un coágulo y prevenir un potencial ACV.

El tratamiento de la fibrilación auricular con fármacos anticoagulantes orales es una forma de prevenir la ocurrencia futura de un ACV isquémico. Otro tratamiento que se utiliza en la actualidad para prevenir la repetición de un ACV es la oclusión de la orejuela izquierda del corazón.

La orejuela izquierda es una estructura ubicada en la cavidad auricular del corazón. Distintos estudios muestran que allí se originan la mayoría de los coágulos o trombos que llegan al cerebro y que causan un ACV. Por medio de nuevos dispositivos introducidos mediante procedimientos mínimamente invasivos, hoy es posible cerrar la orejuela con una membrana y prevenir así algunos ACV isquémicos.

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Con todo, la forma más sencilla de prevenir un ACV es llevar un estilo de vida saludable. Como el tabaquismo, el abuso de alcohol, la diabetes, la obesidad, el colesterol elevado y el sedentarismo aumentan el riesgo de padecer un accidente cerebrovascular, es preciso contrarrestar esos factores para prevenir en forma primaria la ocurrencia de un ACV. Además, es importante garantizar la calidad del sueño, ya que estudios recientes encontraron una asociación entre los problemas para dormir y la ocurrencia de ataques cerebrales. Por último, es fundamental mantener controlada la presión arterial para evitar el riesgo de ACV.

En caso de presentar alguno de los síntomas de ACV, es importante consultar en forma urgente a un servicio médico, ya que se pueden prevenir secuelas si se aplica un tratamiento antitrombótico dentro de las primeras cuatro horas y media de producido el ataque.

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