14 de noviembre: Día Mundial de la Diabetes

La diabetes, una enfermedad crónica en la cual el azúcar (glucosa) aumenta en la sangre, es uno de los principales Factores de Riesgo para sufrir una enfermedad cardiovascular. El número de personas con diabetes en el mundo se cuadruplicó desde 1980 y hoy se estima que 415 millones de adultos conviven con esta enfermedad. Esta “epidemia” de diabetes tendrá un enorme impacto en el corazón de las futuras generaciones, si no se toman medidas urgentes para prevenirla.

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En 2017, el Día Mundial de la Diabetes se propone llamar especialmente la atención sobre la situación de las mujeres en relación con esta enfermedad. En el mundo, 1 de cada 10 mujeres vive con diabetes y, por lo tanto, tienen mayor riesgo de sufrir infarto de miocardio y accidente cerebrovascular (ACV).

Según la Federación Internacional de Diabetes, la diabetes afectaba en 2015 a alrededor de 30 millones de adultos latinoamericanos y en 2040 aumentará un 65% en América Central y del Sur. México es el país con mayor prevalencia de diabetes en la región latinoamericana. En la Argentina, aproximadamente 1 de cada 10 personas actualmente tiene diabetes, (10,4% en mujeres y 9,4% en hombres) según los últimos datos del Ministerio de Salud de la Nación. La diabetes está creciendo en niños y adolescentes, alertan los especialistas. Y pasa inadvertida en muchas mujeres, ya que se presenta no sólo con los síntomas más conocidos (sed, fatiga, necesidad frecuente de orinar, descenso de peso, visión borrosa) sino con otros más inespecíficos (por ejemplo, infecciones vaginales, aftas, disfunción sexual).

Riesgo femenino

Existen dos tipos básicos de diabetes, que se manifiestan con un aumento del nivel de glucosa en sangre (hiperglucemia). Una persona con diabetes puede tener glucosa alta porque no está produciendo suficiente insulina o porque el cuerpo no responde correctamente a esta hormona.

La diabetes tipo 1 se presenta en la infancia o adolescencia y obliga a la administración de la hormona insulina para suplantar la incapacidad para producirla del páncreas. La diabetes tipo 1 aumenta más el riesgo de muerte en mujeres que en hombres. Las mujeres con diabetes 1 también tienen más riesgo de perder embarazos que las que no tienen esta enfermedad.

La diabetes tipo 2 generalmente comienza en la adultez y se asocia con sobrepeso y obesidad, sedentarismo, colesterol alto e hipertensión arterial. Se estima que las mujeres que viven con diabetes tipo 2 tienen 10 veces más riesgo de tener una enfermedad coronaria. Las personas que sufren diabetes 2 generalmente no necesitan insulina pero, muchas veces, deben recibir otro tratamiento farmacológico, además de tener que consumir una dieta sin azúcar agregada y hacer actividad física en forma regular.

Existe un tercer tipo de diabetes, que se desencadena durante el embarazo con un aumento de la glucosa en la sangre. Esta hiperglucemia suele desaparecer tras el parto. Sin embargo, algunas de estas mujeres desarrollan diabetes tipo 2 años después.

Diabetes gestacional

La llamada “diabetes gestacional”, que se presenta generalmente después de la semana 24 de embarazo y puede poner en riesgo tanto a la madre como al niño, ocurre en 1 de cada 7 nacimientos en el mundo. Un reciente estudio realizado en Estados Unidos revela que las mujeres que sufren este problema durante la gestación tienen un 43% más de riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular si no adoptan un estilo de vida saludable. La clave para prevenir estos problemas en el embarazo reside en alimentarse en forma variada, no excederse con grasas y dulces, y realizar ejercicio en forma suave.

Además, es importante señalar que todas las mujeres deben controlarse los niveles de glucosa en sangre durante el embarazo. En caso de tener hiperglucemia, el control de la glucosa en la mujer embarazada debe ser estricto y, en algunos casos, requerir la administración de insulina.

Varios estudios confirman que el estilo de vida es clave para prevenir la diabetes tipo 2. La adopción de una alimentación saludable (baja en grasas y azúcar, rica en frutas y vegetales), la realización de ejercicio físico en forma regular (por lo menos media hora cinco días a la semana) y el no fumar pueden prevenir hasta el 70% de los casos de diabetes, según la Federación Internacional de Diabetes.

Las mujeres tienen un rol importante en la selección de lo que se consume en cada hogar. Los especialistas señalan que es importante que las que son madres generen hábitos de alimentación saludable en los hogares, y contribuyan a disminuir el consumo de bebidas azucaradas (gaseosas y jugos) y de comida rápida entre niños y adolescentes.


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